Mis sesiones son un espacio para comunicarme y conectar al ser fallecido con sus seres queridos. Para que estas sesiones fluyan de manera natural, es muy importante que no conozca nada acerca de la historia del ser fallecido ni de los seres queridos que buscan contactarlo.

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Las pruebas de vida que recibo deben ser claras y contundentes. El ser trascendido se presenta con la misma personalidad que tenía en vida y las pruebas pueden incluir narrar momentos de su vida, dar nombres, mencionar lugares, mostrar sentimientos, recordar recuerdos e incluso compartir hechos actuales que demuestran que continúan acompañándonos.

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Cada sesión se convierte en una nueva historia de vida.

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Mis sesiones tienen una duración de 1 hora, en la cual me comunico con un ser fallecido. Puede suceder que durante la sesión se presenten más de un ser; en ese caso, también transmito sus mensajes.

Suelo dividir las sesiones en 3 partes:

Primera parte: El ser trascendido ofrece pruebas de vida. Estas pruebas deben ser tan detalladas que permitan identificarlo con elementos que, a menudo, solo él y su ser querido conocían. Esto puede incluir nombres, lugares, anécdotas, gustos, mascotas y, sobre todo, los rasgos de su personalidad.

Segunda parte: Transmito los mensajes del ser fallecido.

Tercera parte: Doy la oportunidad de hacer preguntas al ser fallecido.

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El objetivo de cada sesión es que el consultante se marche con la certeza de haberse comunicado con su ser querido y así avanzar significativamente en su proceso de duelo.